Demócratas del más alto nivel realizan una intensa presión para que el presidente Joe Biden reconsidere su candidatura. El exmandatario Barack Obama expresó sus preocupaciones a algunos colaboradores, mientras que la presidenta emérita de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi le dijo en privado a Biden que el partido podría perder la capacidad de asumir el control de la cámara baja si no se retira de la contienda.
El círculo de allegados de Biden, que ya era pequeño antes de su pobre desempeño en el debate, ha ido disminuyendo aún más en los últimos días. Mientras se encuentra en aislamiento en su residencia de Delaware para recuperarse de una infección de COVID-19, el presidente se apoya en algunos viejos aliados mientras sopesa la posibilidad de ceder a la creciente presión y abandonar sus aspiraciones de reelección.
El equipo de campaña de Biden convocó a todo el personal a una reunión el viernes, antes de un fin de semana crucial para el partido mientras el republicano Donald Trump concluye una vertiginosa Convención Nacional Republicana en Milwaukee. En tanto, los demócratas —en una carrera contra el tiempo— sopesan la extraordinaria posibilidad de que Biden abra paso a un nuevo candidato presidencial antes de la convención del partido, a realizarse el próximo mes en Chicago.
A medida que se propaga la ansiedad y la desinformación, el amigo más cercano de Biden en el Congreso y su copresidente de campaña, el senador por Delaware Chris Coons, declaró a The Associated Press: “El presidente Biden se merece el respeto de tener importantes conversaciones familiares con miembros de la bancada y colegas de la Cámara de Representantes y el Senado y la cúpula del partido, y no estar lidiando con filtraciones y comunicados de prensa”.
El senador por Montana Jon Tester se convirtió la noche del jueves en el segundo demócrata de la cámara alta en pedir a Biden su retiro de la contienda. “Pienso que el presidente Biden no debería buscar la reelección para otro mandato”, manifestó en un comunicado.
Algunos miembros del gabinete se han resignado ante la posibilidad de que Biden pierda en noviembre próximo. Tienen inquietudes por el aislamiento del equipo del presidente y están enfocándose en concluir e implementar políticas antes de que concluya su presidencia, de acuerdo con una persona familiarizada con su forma de pensar. La persona insistió en el anonimato a fin de revelar conversaciones privadas.
Funcionarios de campaña señalaron que Biden estaba aún más comprometido con permanecer en la contienda incluso en momentos en que se acumulan los exhortos para que desista. Además, colaboradores de alto nivel de la Casa Blanca no han tenido discusiones internas ni conversaciones con el presidente sobre su posible salida de la contienda, de acuerdo con el funcionario.
Pero también había tiempo para reconsiderar. Se le ha informado que la campaña pasa problemas para recaudar fondos, y algunos demócratas consideran que su ausencia de la campaña durante unos días es una oportunidad para alentar su salida.
Biden, de 81 años, arrojó positivo a COVID-19 mientras se encontraba en Las Vegas y presenta “síntomas leves”, incluido un “malestar general” a causa de la infección, informó la Casa Blanca.
En una entrevista grabada poco antes de su positivo a COVID-19, el mismo presidente desestimó la idea de que era muy tarde para que se recuperara políticamente, y le dijo a Luis Sandoval, de Univision, que muchas personas no se enfocan en las elecciones de noviembre sino hasta septiembre.
“Todo lo que se habla sobre quién está al frente y dónde y cómo, es, ya saben… hasta ahora todo entre Trump y yo está prácticamente empatado”, dijo, de acuerdo con un extracto de la entrevista dado a conocer el jueves.
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Los periodistas de Associated Press Joey Cappelletti, en Lansing, Michigan, y Josh Boak, Ellen Knickmeyer, Steve Peoples, Will Weissert, Mary Clare Jalonick, Seung Min Kim y Stephen Groves contribuyeron a este despacho.