Hamás ha dado su aprobación inicial a una propuesta respaldada por Estados Unidos para un cese del fuego gradual en Gaza, abandonando la exigencia de que Israel se comprometa por adelantado a poner fin a la guerra, informaron el sábado un funcionario de Hamás y otro egipcio.
El aparente compromiso del grupo miliciano —que controlaba Gaza hasta de desencadenar la guerra con un asalto a Israel el 7 de octubre— podría contribuir a la primera pausa en los combates desde el pasado noviembre y sentar las bases de nuevas negociaciones para poner fin a una devastadora guerra de nueve meses. Sin embargo, todas las partes advirtieron que el acuerdo no está garantizado.
En Gaza, el Ministerio de Salud indicó que un ataque aéreo israelí contra una escuela convertida en refugio mató al menos a 16 personas e hirió al menos a otras 50 en el campamento para refugiados de Nuseirat. Entre los muertos y heridos había niños. Por su parte, el ejército de Israel aseveró que había atacado a varios “terroristas” que operaban en el área de la escuela y que había tratado de reducir el riesgo para los civiles.
Los dos funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir las negociaciones en curso, dijeron que el acuerdo escalonado de Washington incluirá primero un cese del fuego “total y completo” de seis semanas durante el se liberará a varios rehenes, entre ellos mujeres, ancianos y personas enfermas y heridas, a cambio de la liberación de cientos de prisioneros palestinos. Durante esos 42 días, las fuerzas israelíes también se retirarán de las zonas densamente pobladas de Gaza y permitirán el regreso de los desplazados a sus hogares en el norte de Gaza, según ambos funcionarios.
Un funcionario de alto rango de Hamás, que también habló bajo condición de anonimato para discutir las negociaciones, reveló más tarde a The Associated Press que mujeres soldados estarán entre los liberados en la primera fase.
Durante ese periodo, Hamás, Israel y los mediadores negociarán también los términos de la segunda fase, que podría suponer la liberación de los rehenes hombres restantes, tanto civiles como soldados, detallaron los funcionarios. A cambio, Israel liberará a otros prisioneros y detenidos palestinos. La tercera fase supondrá la devolución de los rehenes restantes, incluidos los cadáveres de los cautivos muertos, y el inicio de un proyecto de reconstrucción de un año de duración.
Hamás todavía quiere “garantías por escrito” de los mediadores de que Israel seguirá negociando un acuerdo de alto el fuego permanente una vez que entre en vigor la primera fase, afirmaron los dos funcionarios.
El representante de Hamás dijo a la AP que la aprobación del grupo se produjo después de recibir “compromisos verbales y garantías” de los mediadores de que no se reanudará la guerra y de que las negociaciones continuarán hasta que se alcance un cese del fuego permanente.
“Ahora queremos esas garantías por escrito”, dijo.
Meses de negociaciones intermitentes sobre el cese del fuego se han topado con la exigencia de Hamás de que cualquier acuerdo incluya el fin definitivo de la guerra. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha ofrecido una pausa en los combates, pero no ponerles fin hasta que Israel alcance sus objetivos de destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás y devolver a todos los rehenes en poder del grupo miliciano.
Hamás ha expresado anteriormente su preocupación de que Israel reanude la guerra tras la liberación de los rehenes. Asimismo, funcionarios israelíes han manifestado su preocupación de que Hamás prolongue indefinidamente las conversaciones y el alto el fuego inicial, sin liberar a todos los rehenes.
La oficina de Netanyahu no respondió a las solicitudes de comentarios, y no hubo comentarios inmediatos de Washington.
El viernes, el primer ministro israelí confirmó que el jefe de la agencia de espionaje Mossad había realizado una visita relámpago a Qatar, uno de los mediadores clave. Pero su oficina afirmó que seguían existiendo “diferencias entre las partes”.
“Por primera vez en muchos meses, tenemos esperanzas”, señalaron en un comunicado algunos familiares de rehenes. “Netanyahu, hemos visto cómo usted frustra acuerdos repetidamente en tiempo real. No se atreva a rompernos el corazón otra vez”. Los manifestantes antigubernamentales se reunieron nuevamente el sábado por la noche.
Israel lanzó la guerra en Gaza tras el ataque de Hamás en octubre, en el que los milicianos irrumpieron en el sur de Israel, mataron a unas 1.200 personas —en su mayoría civiles— y secuestraron a unas 250. De acuerdo con Israel, Hamás todavía tiene en su poder unos 120 rehenes, de los cuales se cree que alrededor de un tercio están muertos.
Desde entonces, la ofensiva aérea y terrestre israelí ha matado a más de 38.000 personas en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio, que no distingue entre combatientes y civiles en su recuento. La ofensiva ha causado una devastación generalizada y desatado una crisis humanitaria que ha dejado a cientos de miles de personas al borde de la hambruna, según funcionarios internacionales.
Según el acuerdo de alto el fuego, alrededor de 600 camiones con ayuda humanitaria ingresarán a Gaza diariamente, la mitad de ellos con destino al norte del enclave, el punto más afectado, sostuvieron los dos funcionarios. Desde el ataque de Israel a la ciudad más meridional de Rafah, los suministros de ayuda que entran a Gaza se han reducido al mínimo.
“Queremos comer, pero ¿de dónde podemos comer? El país está agotado. El país está en la miseria. No es adecuado para vivir”, dijo Walid Hegazi, un residente del campamento de refugiados de Jabaliya, en el norte de Gaza. “Lo sentimos por los burros porque nos comimos su trigo y su cebada”.
También el sábado, el Ministerio del Interior dirigido por Hamás indicó que cuatro policías murieron en un ataque aéreo israelí en Rafah. El Ministerio, que supervisa a la policía civil, añadió que los agentes murieron cuando realizaban patrullajes a pie y que otros ocho agentes resultaron heridos. El ejército de Israel no respondió de momento a preguntas.
El conflicto de bajo nivel continuó entre las fuerzas israelíes y Hezbollah. Un ataque aéreo israelí contra un automóvil en la zona de Baalbek, en el este del Líbano, mató a un ingeniero de la unidad de defensa aérea de Hezbollah, informó el ejército israelí en un comunicado, describiendo a Meitham Mustafa al-Attar como un “operador clave”. Hezbollah confirmó la muerte de al-Attar en un comunicado pero no dio información sobre su posición.
En las últimas semanas, los temores han aumentado de que el conflicto, con sus enfrentamientos casi diarios, pueda convertirse en una guerra a gran escala.
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Magdy reportó desde El Cairo, Egipto. Los reporteros de The Associated Press Abby Sewell y Bassem Mroue en Beirut y Natalie Melzer en Jerusalén contribuyeron a este despacho.