Aaron Rodgers habló un poco de fútbol americano y mucho más de relaciones humanas, en particular de las suyas con el entrenador Robert Saleh y con su excompañero Davante Adams, después de que los Jets de Nueva York aterrizaron el viernes en Londres.
Rodgers, cuatro veces elegido el Jugador Más Valioso de la NFL, habló unos 11 minutos con la prensa británica, de cara al partido del domingo ante los invictos Vikings de Minnesota, en el Tottenham Hotspur Stadium.
El astro negó que él y Saleh hayan tenido diferencias personales. Aseveró que “hay una fuerza” ajena a las instalaciones de los Jets, que trata de inventar esa disputa.
Una serie de castigos previos a las jugadas de la semana pasada, en una derrota por 10-9 ante Denver, llevó a que Saleh preguntara si su equipo era “tan bueno o estaba listo para manejar toda la cadencia” que Rodgers emplea para confundir a los defensores contrarios.
Más tarde, el entrenador aclaró que los Jets “siempre” van a preferir esa cadencia, debido al éxito que Rodgers ha tenido con la misma.
“Ha sido un arma”, secundó Rodgers en el hotel del equipo en el norte de Londres. “Pienso que él intervino y tuvo el lunes la oportunidad de responder en cierto modo a todo eso”.
El quarterback de 40 años insistió en que no hay conflicto entre él y Saleh.
“Somos buenos amigos”, recalcó. “Disfrutamos de estar juntos. Casi cada día pasamos algo de tiempo juntos. Estoy en su oficina, hablando de cosas, de la energía y la concentración del equipo, de lo que necesitamos hacer, de cómo puedo ayudarle y cómo puede ayudarme a mí. Así que tenemos una gran relación”.
Otro tema candente esta semana fue la situación del frustrado Adams, quien estaría disponible en un canje luego de que supuestamente pidió salir de los Raiders de Las Vegas. Se ha mencionado a los Jets como un destino potencial, debido a la relación entre Adams y Rodgers, quienes fueron compañeros en Green Bay durante ocho temporadas.
Andres de abordar el tema, Rodgers dijo que no estaba seguro de cuánto podía decir, en vista de que la NFL prohíbe estratagemas para orillar a que un jugador se incorpore a sus filas. Sin embargo, dejó claro qué preferiría en materia de un reencuentro potencial.
“Tengo todavía una relación cercana con él”, manifestó el mariscal de campo. “Pasamos mucho tiempo juntos en el receso previo a la temporada. Es un gran tipo y un gran jugador. Lo demás no está en mis manos”.